Por Daniel Coronell
En el gobierno de mi socio y amigo, Juan Manuel Santos, quien me entregó a dedo el canal público Canal UNO y donde me enriquecí, también ocurrieron cosas que no denuncié por miedo a las represalias o las consecuencias para mis negocios en Colombia.
Los superintendentes de salud de la época de Santos, todos terminaron con investigaciones, sanciones o condenas, ya sea por negligencia grave o corrupción. Algunos de ellos tienes graves sanciones, como Conrado Gómez o Gustavo Morales.
Gómez y Morales fueron sancionados por la Contraloría General de la República por un detrimento patrimonial del orden de los 91 mil millones de pesos por la corrupción en SaludCoop, EPS a la cual Santos intervino para dársela a sus amigos con fines netamente corruptos.
Los superintendentes de Salud, Conrado Gómez y Gustavo Morales Cobo, fueron sancionados a pagar 9.900 millones y 21.590 millones respectivamente por pagos irregulares a abogados.
Gustavo Morales también fue sancionado por la Procuraduría de Fernando Carrillo, quien lo suspendió por 9 meses por abuso en sus funciones.
El otro superintendente de Salud, Norman Julio Muñoz, también fue sancionado por la Procuraduría General de la Nación, quien lo suspendió por 8 meses y luego de esta determinación éste decidió renunciar.
Esto sin contar las pilatunas que hicieron en SaludCoop los interventores nombrados en ese gobierno como Wilson Sánchez, Mauricio Castro y Guillermo Grosso, este último fue capturado por corrupción en SaludCoop y Cafésalud.
La Superintendente Delegada para la Supervisión Institucional, Eva Carrascal, fue capturada y condenada por recibir un apartamento como pago a cambio de favores en la Supersalud.
La Superintendencia de Salud se convirtió en una cloaca de corrupción en los dos gobiernos de Juan Manuel Santos, en los cuales solo nombraron a amigos sin experiencia que resultaron siendo unos esquilmadores de lo público.