Por Daniel Quintero Calle
Luego del desastre como consecuencia del nombramiento como Gerente de las Empresas Públicas de Medellín-EPM- de Alejandro Calderón Chatet, quien mintió sobre su formación académica, estoy dispuesto a tomar medidas extremas.
Calderón Chatet, mi amigo a quien nombré gerente de EPM, la corona de Medellín, resultó ser un paquete chileno, pues todos sus títulos profesionales son falsos o no homologados y el único estudio que acredita fehacientemente es el de trabajo social.
Ante la traición de mi anterior gerente, Álvaro Rendón y la deshonra de este papanatas, he decidido tomar una decisión radical.
Ningún paisa está capacitado para dirigir EPM, por eso mi afán de importar al boyaco-francés, historia que terminó como sabemos.
Mi perro Orión será el próximo gerente de EPM, pues cumple con todos los requisitos, el primero que los demás candidatos no llegan a los talones, 2 que no es paisa y está muy bien capacitado y 3. Que es leal cien por ciento, una virtud que pocos tienen.
Sin mucho preámbulo mi próxima decisión está fundamentada en todo lo que anteriormente dijo y porque Orión es rabiosamente leal y comprometido, además de ser paisa. Lo tiene todo.